domingo, 16 de diciembre de 2007

“El marxismo es una especie de alquimia”


Invitado por la UPC, el sociólogo argentino Carlos Sabino nos visitó para presentar su libro autobiográfico Todos nos equivocamos. Los errores del pensamiento socialista. En esta entrevista nos explica por qué abandonó el marxismo para convertirse en un fiel creyente de la libertad.

Correo: ¿Su último libro, más que una autobiografía, es el relato de una jornada intelectual?

Carlos Sabino: Es correcto. Es una jornada casi circular. En cierta manera borgiana. Siempre me gustó la consistencia lógica de los planteamientos y nunca me detuve en etapas intermedias. Por eso, dentro de esa izquierda que flotaba a fines de los cincuenta en Argentina, opté por el marxismo directamente. De esa posición de extrema izquierda, después de muchos experimentos, vivencias y lecturas, fui abandonando las falacias del marxismo, hasta que encontré un santuario en el pensamiento liberal clásico.

C: ¿Por qué comenzó su aventura desde la orilla del marxismo?

CS: Mirá, todos los jóvenes descubren que hay cosas malas en este mundo y sueñan con cambiarlas. Además, quieren que ese cambio sea rápido y profundo, para que su propia generación lo disfrute. Ese es el atractivo principal del marxismo, que te proporciona, aparentemente, una herramienta científica para cambiar todo rápidamente y para mejor. Es como una especie de alquimia.

C: ¿La experiencia clave que determinó esa ruptura con el marxismo fue el gobierno de Salvador Allende?

CS: Esa fue una experiencia que me marcó profundamente. Por un lado el tema de la carestía. Tener que hacer cola para comprar hasta el papel higiénico es una situación denigrante. En ese sentido era un capitalista práctico…

C: ¿Eso se solucionaba mudándose a otro país?

CS: Es cierto y por eso me trasladé al Perú de Velasco Alvarado. Pero el otro tema que me marcó fue constatar la emergencia de una clase dominante nueva conformada por una casta de funcionarios, la mayoría totalmente incapaces, pero leales y fieles al partido y con una gran “virtud”, la de decir sí a todo. El sector público, comandado por esta casta, se termina apropiando del poder y en realidad hacían lo mismo que la vieja burguesía o incluso peor. Esa contradicción me llevó a revisar las obras de Marx, para terminar descubriendo que todo ese rollo de la lucha de clases no tiene ningún rigor científico, ni sociológico ni económico.

C: ¿Su conversión al liberalismo fue consecuencia de un aburguesamiento?

CS: No. Mi aburguesamiento fue anterior. Yo llego a Venezuela porque buscaba vivir en un país capitalista. Lo otro, ya lo sabía bien, era un infierno. La parte teórica me cuesta reconstruirla porque todavía seguía pensando como marxista…

C: ¿Por su formación sociológica?

CS: No. Era una tara de la educación en general. En todas las universidades la línea ideológica era la misma y estaba basada en la teoría de la dependencia. Somos pobres porque otros son ricos. Sólo cuando descubro a autores como Adam Smith, Hayek o Friedman encuentro las herramientas que me permiten romper con ese lastre ideológico de la juventud.

C: ¿A qué herramientas se refiere?

CS: Una mejor y más realista explicación de lo que pasa en la vida social, que no es la historia de la lucha de clases. Es como que voy un paso atrás hasta encontrar el punto donde Marx comienza sus desvaríos económicos y que explican su única constante, el fracaso. Además, esa pulsión anarcoide que me había sensibilizado contra el poder del Estado sobre el individuo, me permite dar ese salto.

C: ¿El liberalismo es una forma de anarquismo?

CS: De una ideología a otra siempre hay puentes, pero el liberalismo no mide al Estado desde una perspectiva cuantitativa. Lo que le interesa es que funcione y no que estorbe. Por eso propugna que se concentre en las funciones que le son inherentes.

C: Habiéndose establecido en un país libre y capitalista como la Venezuela de los setenta, ¿qué se siente ahora vivir bajo el yugo chavista?

CS: Es muy triste ver cómo se repiten los mismos errores e incluso, desde un punto de vista intelectual, degradados. Si bien creo que Allende también buscaba imponer un socialismo totalitario, era un hombre que había leído y luchado en política lealmente durante muchos años...

C: Bueno, Chávez también aceptó su reciente derrota lealmente…

CS: Chávez comienza su carrera con noventa cadáveres sobre sus espaldas. Es el arquetipo del gorila y eso es lo que lamentablemente una parte de la izquierda apoya en él. Esta última derrota no la aceptó gallardamente. Los militares tuvieron que decirle que no saldrían a reprimir a la gente si concretaba su intento de fraude para que entrara en razón. Luego quiso jugar la carta de demócrata, pero le duró menos de 48 horas

C: ¿Esta derrota de Chávez es tan sólo un percance?

CS: Como dijo Winston Churchill luego de la derrota de los nazis en el Norte de Africa, no es el principio del fin, pero sí el fin del principio. Invitado por la UPC, el sociólogo argentino Carlos Sabino nos visitó para presentar su libro autobiográfico Todos nos equivocamos. Los errores del pensamiento socialista. En esta entrevista nos explica por qué abandonó el marxismo para convertirse en un fiel creyente de la libertad.
Correo: ¿Su último libro, más que una autobiografía, es el relato de una jornada intelectual?

Carlos Sabino: Es correcto. Es una jornada casi circular. En cierta manera borgiana. Siempre me gustó la consistencia lógica de los planteamientos y nunca me detuve en etapas intermedias. Por eso, dentro de esa izquierda que flotaba a fines de los cincuenta en Argentina, opté por el marxismo directamente. De esa posición de extrema izquierda, después de muchos experimentos, vivencias y lecturas, fui abandonando las falacias del marxismo, hasta que encontré un santuario en el pensamiento liberal clásico.

C: ¿Por qué comenzó su aventura desde la orilla del marxismo?

CS: Mirá, todos los jóvenes descubren que hay cosas malas en este mundo y sueñan con cambiarlas. Además, quieren que ese cambio sea rápido y profundo, para que su propia generación lo disfrute. Ese es el atractivo principal del marxismo, que te proporciona, aparentemente, una herramienta científica para cambiar todo rápidamente y para mejor. Es como una especie de alquimia.

C: ¿La experiencia clave que determinó esa ruptura con el marxismo fue el gobierno de Salvador Allende?

CS: Esa fue una experiencia que me marcó profundamente. Por un lado el tema de la carestía. Tener que hacer cola para comprar hasta el papel higiénico es una situación denigrante. En ese sentido era un capitalista práctico…

C: ¿Eso se solucionaba mudándose a otro país?

CS: Es cierto y por eso me trasladé al Perú de Velasco Alvarado. Pero el otro tema que me marcó fue constatar la emergencia de una clase dominante nueva conformada por una casta de funcionarios, la mayoría totalmente incapaces, pero leales y fieles al partido y con una gran “virtud”, la de decir sí a todo. El sector público, comandado por esta casta, se termina apropiando del poder y en realidad hacían lo mismo que la vieja burguesía o incluso peor. Esa contradicción me llevó a revisar las obras de Marx, para terminar descubriendo que todo ese rollo de la lucha de clases no tiene ningún rigor científico, ni sociológico ni económico.

C: ¿Su conversión al liberalismo fue consecuencia de un aburguesamiento?

CS: No. Mi aburguesamiento fue anterior. Yo llego a Venezuela porque buscaba vivir en un país capitalista. Lo otro, ya lo sabía bien, era un infierno. La parte teórica me cuesta reconstruirla porque todavía seguía pensando como marxista…

C: ¿Por su formación sociológica?

CS: No. Era una tara de la educación en general. En todas las universidades la línea ideológica era la misma y estaba basada en la teoría de la dependencia. Somos pobres porque otros son ricos. Sólo cuando descubro a autores como Adam Smith, Hayek o Friedman encuentro las herramientas que me permiten romper con ese lastre ideológico de la juventud.

C: ¿A qué herramientas se refiere?

CS: Una mejor y más realista explicación de lo que pasa en la vida social, que no es la historia de la lucha de clases. Es como que voy un paso atrás hasta encontrar el punto donde Marx comienza sus desvaríos económicos y que explican su única constante, el fracaso. Además, esa pulsión anarcoide que me había sensibilizado contra el poder del Estado sobre el individuo, me permite dar ese salto.

C: ¿El liberalismo es una forma de anarquismo?

CS: De una ideología a otra siempre hay puentes, pero el liberalismo no mide al Estado desde una perspectiva cuantitativa. Lo que le interesa es que funcione y no que estorbe. Por eso propugna que se concentre en las funciones que le son inherentes.

C: Habiéndose establecido en un país libre y capitalista como la Venezuela de los setenta, ¿qué se siente ahora vivir bajo el yugo chavista?

CS: Es muy triste ver cómo se repiten los mismos errores e incluso, desde un punto de vista intelectual, degradados. Si bien creo que Allende también buscaba imponer un socialismo totalitario, era un hombre que había leído y luchado en política lealmente durante muchos años...

C: Bueno, Chávez también aceptó su reciente derrota lealmente…

CS: Chávez comienza su carrera con noventa cadáveres sobre sus espaldas. Es el arquetipo del gorila y eso es lo que lamentablemente una parte de la izquierda apoya en él. Esta última derrota no la aceptó gallardamente. Los militares tuvieron que decirle que no saldrían a reprimir a la gente si concretaba su intento de fraude para que entrara en razón. Luego quiso jugar la carta de demócrata, pero le duró menos de 48 horas

C: ¿Esta derrota de Chávez es tan sólo un percance?

CS: Como dijo Winston Churchill luego de la derrota de los nazis en el Norte de Africa, no es el principio del fin, pero sí el fin del principio. Invitado por la UPC, el sociólogo argentino Carlos Sabino nos visitó para presentar su libro autobiográfico Todos nos equivocamos. Los errores del pensamiento socialista. En esta entrevista nos explica por qué abandonó el marxismo para convertirse en un fiel creyente de la libertad.

Correo: ¿Su último libro, más que una autobiografía, es el relato de una jornada intelectual?

Carlos Sabino: Es correcto. Es una jornada casi circular. En cierta manera borgiana. Siempre me gustó la consistencia lógica de los planteamientos y nunca me detuve en etapas intermedias. Por eso, dentro de esa izquierda que flotaba a fines de los cincuenta en Argentina, opté por el marxismo directamente. De esa posición de extrema izquierda, después de muchos experimentos, vivencias y lecturas, fui abandonando las falacias del marxismo, hasta que encontré un santuario en el pensamiento liberal clásico.

C: ¿Por qué comenzó su aventura desde la orilla del marxismo?

CS: Mirá, todos los jóvenes descubren que hay cosas malas en este mundo y sueñan con cambiarlas. Además, quieren que ese cambio sea rápido y profundo, para que su propia generación lo disfrute. Ese es el atractivo principal del marxismo, que te proporciona, aparentemente, una herramienta científica para cambiar todo rápidamente y para mejor. Es como una especie de alquimia.

C: ¿La experiencia clave que determinó esa ruptura con el marxismo fue el gobierno de Salvador Allende?

CS: Esa fue una experiencia que me marcó profundamente. Por un lado el tema de la carestía. Tener que hacer cola para comprar hasta el papel higiénico es una situación denigrante. En ese sentido era un capitalista práctico…

C: ¿Eso se solucionaba mudándose a otro país?

CS: Es cierto y por eso me trasladé al Perú de Velasco Alvarado. Pero el otro tema que me marcó fue constatar la emergencia de una clase dominante nueva conformada por una casta de funcionarios, la mayoría totalmente incapaces, pero leales y fieles al partido y con una gran “virtud”, la de decir sí a todo. El sector público, comandado por esta casta, se termina apropiando del poder y en realidad hacían lo mismo que la vieja burguesía o incluso peor. Esa contradicción me llevó a revisar las obras de Marx, para terminar descubriendo que todo ese rollo de la lucha de clases no tiene ningún rigor científico, ni sociológico ni económico.

C: ¿Su conversión al liberalismo fue consecuencia de un aburguesamiento?

CS: No. Mi aburguesamiento fue anterior. Yo llego a Venezuela porque buscaba vivir en un país capitalista. Lo otro, ya lo sabía bien, era un infierno. La parte teórica me cuesta reconstruirla porque todavía seguía pensando como marxista…

C: ¿Por su formación sociológica?

CS: No. Era una tara de la educación en general. En todas las universidades la línea ideológica era la misma y estaba basada en la teoría de la dependencia. Somos pobres porque otros son ricos. Sólo cuando descubro a autores como Adam Smith, Hayek o Friedman encuentro las herramientas que me permiten romper con ese lastre ideológico de la juventud.

C: ¿A qué herramientas se refiere?

CS: Una mejor y más realista explicación de lo que pasa en la vida social, que no es la historia de la lucha de clases. Es como que voy un paso atrás hasta encontrar el punto donde Marx comienza sus desvaríos económicos y que explican su única constante, el fracaso. Además, esa pulsión anarcoide que me había sensibilizado contra el poder del Estado sobre el individuo, me permite dar ese salto.

C: ¿El liberalismo es una forma de anarquismo?

CS: De una ideología a otra siempre hay puentes, pero el liberalismo no mide al Estado desde una perspectiva cuantitativa. Lo que le interesa es que funcione y no que estorbe. Por eso propugna que se concentre en las funciones que le son inherentes.

C: Habiéndose establecido en un país libre y capitalista como la Venezuela de los setenta, ¿qué se siente ahora vivir bajo el yugo chavista?

CS: Es muy triste ver cómo se repiten los mismos errores e incluso, desde un punto de vista intelectual, degradados. Si bien creo que Allende también buscaba imponer un socialismo totalitario, era un hombre que había leído y luchado en política lealmente durante muchos años...

C: Bueno, Chávez también aceptó su reciente derrota lealmente…

CS: Chávez comienza su carrera con noventa cadáveres sobre sus espaldas. Es el arquetipo del gorila y eso es lo que lamentablemente una parte de la izquierda apoya en él. Esta última derrota no la aceptó gallardamente. Los militares tuvieron que decirle que no saldrían a reprimir a la gente si concretaba su intento de fraude para que entrara en razón. Luego quiso jugar la carta de demócrata, pero le duró menos de 48 horas

C: ¿Esta derrota de Chávez es tan sólo un percance?

CS: Como dijo Winston Churchill luego de la derrota de los nazis en el Norte de Africa, no es el principio del fin, pero sí el fin del principio.

Del Diario CORREO :Lima 16 de Diciembre del 2007 :: Año: XXI :: Edición: 9999

viernes, 2 de noviembre de 2007

Vida , libertad y consciencia


Solo una persona con una visión mas amplia acerca del mundo que le rodea puede comprender los aciertos y desaciertos al que nos conduce nuestra toma de desiciones . FREDY KOFMAN , investigador , licenciado y doctor en economía en una conferencia realizada en el Auditorio New Media , en el campus de la universidad FEDERICO MARROQUI , habla sobre la gran problemática invisible del ser humano , el ser el dueño y actor de su propia vida , partiendo de la interrogante que significa ser humano , muchos de nosotros no nos habíamos hecho esta pregunta hasta el momento , o si la habíamos hecho , no pasaba de ser una interrogante subjetiva con una respuesta meramente circunstancial , y vacía , el empezar a darse cuenta de las cosas y que somos nosotros los responsables totales y absolutos de nuestros actos es el primer paso para empezar a respondernos esa pregunta de una forma racional y que nos servirá para guiarnos mejor en la vida teniendo en cuenta que esta no es un mar de rosas , en el cuento del que habla sobre las ovejas hace un contraste de estas con los individuos , en la forma de cómo reaccionamos frente a las responsabilidades o mejor dicho como no reaccionamos de manera positiva ante estas, desviándonos del verdadero sentido del concepto y buscando responsables para las consecuencias que trajo alguna decisión o acción nuestra , y que vivimos creyendo muchas veces que somos una cosa cuando en realidad nunca somos lo que creemos ser , si no en realidad somos otra cosa , y nuestra vida termina afectada por eso , cuando en realidad somos mucho mejor que aquello que creemos ser , y a veces tendemos a usar la filosofía de las ovejas según FREDY , al no asumir la responsabilidad de nuestros actos buscando responsables para todo aquello que en realidad hacemos y decimos que no , y buscamos muchas excusas cuyo factor común es el afirmar “ yo no soy el culpable” siendo lo “lindo” de esto es no tener la culpa esto resulta ser un problema serio del que la gente no toma consciencia generándose otro problema que es la impotencia al asumir que no somos parte del problema terminamos asumiendo que así como somos inocentes y no tuvimos intervención en el problema tampoco lo tendremos en la solución , osea la oveja ( el individuo )resulta ser una victima permanente de las circunstancias creando un modelo de vida en función a la resignación y la mentira en la al asumir que no somos capaces de darle solución a un problema que no genere , terminamos siendo absorbidos por nuestro siendo este el que me absorbe y permitiendo que las circunstancias determinen el rumbo de la vida , pero tenemos que tener en cuenta de que la dicha del ser humanos es que nos permite elegir y escoger . A esto hace referencia también la filosofía del tirano que se aprovecha de esta actitud frente a la vida de los demás individuos y los tiranos nos quieren hacer creer esto osa dicen que nosotros no podemos hacernos cargo de nuestra vida , que confiemos en el que nos va a cuidare y siempre hemos estado viviendo así de un manera pusilánime porque eso es lo que necesitan los tiranos para manejar nuestra vida una masa de individuos que no se consideren capaces de manejar sus propia vida . Tenemos que asumir que las cosas las hacemos porque elegimos hacerlas y eso no se debe a factores externos a nuestra propia voluntad y a el individuo rechaza eso porque el tomar dediciones y tener responsabilidades genera ansiedad y es el huir de esos dos factores lo que permiten que el individuo viva sumergido en esa situación eterna de excusa tras excusa. La madurez que adquiere un individuo le permitiría asumir que las circunstancias son condiciones dadas por la vida y esta en nosotros el asumir aquello para comenzar a definir nuestro rol en nuestra propia vida el asumir que a a cada momento somos los responsables de todo aquello que tenga que ver con nuestro universo. Otro factor determinante de la mantención del individuo en una condición de “ovejas” es la posibilidad del fracaso, asumiendo el individuo a que la vida es un reto eterno y que hay momentos en los que nuestra decisión y acción no podrán cambiar el resultado , originando muchas veces el fracaso . el factor determinante y la actitud que permite enfocar la vida de un modo mas productivo para el individuo es ver el éxito mas allá del éxito de acuerdo a nuestros valores comenzar a preguntarnos ¿ que tipo de persona quiero ser ? vivir con la garantía interior que actuó de acuerdo a mi voluntad , asumiendo que la fuente de la felicidad esta en actuar en armonía de mis valores y sentirme contento con lo que hago, tener en cuenta que el cielo y la tierra no están distante de nosotros si no esta en la actitud que desarrollamos frente a la vida , que esta en nosotros sin lo que queremos vivir es el cielo o el infierno . De ahí llegamos a lo que significa la verdadera libertad como el conocimiento consciente y racional de lo que queremos para nuestra vida teniendo en cuenta que soy libre de actuar y hacer lo que uno cree conveniente sin cortar o coaccionar la libertad de los demás , y el camino al encuentro de esta forma de vida en libertad responsable no es fácil , que hay que amar la libertad inteligentemente actuando de acuerdo a nuestra ética personal , y asumiendo que la libertad inteligente preemitirá un mejor desarrollo personal y un mayor grado de armonía en la relación del individuo con los demás .





martes, 18 de septiembre de 2007

Educacion Estatal ?

Una vez mas el inverve , mefito y basto disque presidente de Venezuela Bobo Chavez, cree que la comunidad sudamericana es un jardín de niños en el que el es el inocente niño que agarra la lonchera del otro y cree que este no se da cuenta, me pregunto hasta cuando ese sujeto va seguir atropellando los derechos y libertades de los venezolanos? Es casi inaudito que en estos tiempos existan hombres dominados por una ideología paupérrima obsoleta e ineficiente en su aplicacion en la sociedad , la motivacion de este comentario enraiza su desarrollo en la absurda desicion de estatizar la educacion en su país, y es obvio que mas que educacion sera un adoctrinamiento educativo con el que vuelve la amenaza de una corriente ideologica, que no hara otra cosa que sumergir a su nación en un caos total lleno de privacion de libertades atropellos y pobreza . Es cierto que nuestro país no tiene la mejor educacion de América latina pero tampoco la peor, pero debemos preocuparnos en la educacion que recibimos en los colegios y universidades en las que mas que enseñarnos buscan adoctrinarnos, transmitiéndonos resentimientos, conflictos y sinrazones aduciendo que es el socialismo aquella ideología que nos llevara a una situación de bienestar general en el que todos los individuos, viviremos en paz no habrán guerras ni violencias en el que la riqueza se distribuirá a todos por igual que bonito suena no? cuando en realidad es un sistema que disfraza su robo, su privacion de libertades con una retorica llamativa y sentimental, aprovechándose del sentimiento de la gente y coaccionandolos de tal manera que les sirvan de caballito de batalla para sus fines políticos o económicos , debemos sacar el adoctrinamiento de la educacion, no con violencia si no con el uso de nuestra razón , existen otras maneras mas viables de salir de la pobreza que esperar a que aquellos que luchan por los "derechos del pueblo" nos tiren una limosna y que solo cuando quieren nuestro voto o lograr un fin están con nosotros cual ROBIN HOOD ( con el perdón de ROBIN HOOD ) ayudando a los pobres , cuando en realidad solo buscan lograr sus fines y propósitos .

sábado, 15 de septiembre de 2007

Somos Libres?

Bueno al menos así lo dice nuestro himno nacional, y es a lo que mucha gente aspira sin saber que realmente lo son, es que el hecho de ser libre no es simplemente el hecho de comer lo que sea a la hora que sea, de hacerme pipí en la pared del vecino, perderse en vicios.... la verdadera libertad es aquella que se vive con el pleno conocimiento de lo que eso significa, hay una palabrita que nos cuesta mucho entenderla y ponerla en practica...RESPONSABILIDAD... a lo que quiero llegar es que la verdadera libertad es aquella que se vive con responsabilidad responsabilidad par el pensar y consecuentemente el actuar, y a o mejor alguno saldrá a decir que libertad es hacer lo que a uno se da la gana, en fin ese es un concepto muy vano y no muy razonable, por lo que se sobreentiende que aquel que abusa de su libertad es porque en realidad no la conoce . Conocí un adolescente hace unos días uno de esos chicos antisistema de los que hoy abundan y basto solamente escucharle hablar un par de minutos para darme cuenta la triste realidad de nuestra juventud no por problemas sicológicos y necesariamente familiares, si no entendí que sus problema radicaba en la educción que tuvieron, la mayoría de ellos a través de malos maestros que creen que el adoctrinamiento es una forma de enseñanza cuando en realidad se debería empezar por forjar en los niños un capacidad de análisis y cuestiona miento del porque suceden las cosas y el porque nuestro país anda muy mal....